Ahora recuerdo de una forma ambigua, pero suficiente lo que ocurrió esa noche y he llegado a una conclusión netamente científica y fundamentada, ahora se por fin porque las cosas se dieron así. Ahora sólo me queda explicarlo y tal vez pedir perdón.
1- Principio de la Semejanza - Nuestra mente agrupa los elementos similares en una entidad. La semejanza depende de la forma, el tamaño, el color y otros aspectos visuales de los elementos.
Eras justo como yo solía ser, realmente estábamos perdidos en este mundo que nos acompaña a la desolación, nuestras vidas, desde vierto punto de vista no tenían razón de ser. No éramos más que un par de parásitos, sólo dos personas que sobrevivíamos a costa de quienes placían de mantenernos vivos y darnos, según ellos apoyo moral, espiritual y económico dentro de muchos otros. Eso se puede ver muy fácilmente, sólo basta con recordar nuestros comentarios posteriores a cada vez que nos despedimos, opiniones sobre nuestras parejas y sobre nosotros mismo, yo creo que tú no eres más que un artefacto de placer y nada más que eso, al igual que ti lo crees de mí, y a ninguno nos incomoda la idea de banalidad. El parecido de los dos comenzó de jerar de ser sólo un parecido y dio paso al inició de uno mismo.
2- Principio de la Proximidad - El agrupamiento parcial o secuencial de elementos por nuestra mente basado en la distancia.
Tú vivías cerca de mí, tan sólo a unos cuantos minutos en carro, era fácil verte y acordar encuentros repentinos, simplemente se requería de una llamada o un mensaje telepático pidiendo romper las leyes de nuestra sociedad y jugar a ser ajenos para poder conjugar nuestros seres a espaldas de los demás, aunque al parecer únicamente hacía como que no veían lo evidente. Era sólo cuestión de segundos para que uno de los dos aceptara a vernos juntos en secuencia indefinida. Y también gozábamos el estar juntos, revolvernos con el escenario de cualquier momento, el punto en común era sólo aquel en el que entre mezclábamos nuestros sudores que pegaban nuestros cuerpos y nos convertían en aquella pareja de secuaces perversos, deseos de fatalidad. La misma proximidad que comenzó a ser mayor a cada segundo sin saber y me comenzó a llevar más allá de lo que imaginé.
3- Principio de Simetría - Las imágenes simétricas son percibidas como iguales, como un solo elemento, en la distancia.
Mientras yo hacía como que era justo lo que deseaba y buscaba, mientras la hacía creer que era el hombre perfecto, mientras ella construía castillos sobre nubes, su paraíso, nosotros construíamos los nuestros en su infierno. De la, misma manera lo hacías tú con él, todo era tan simétricamente asqueroso, sucio y ruin que daba idea de perfección para nosotros dos. Tú eres sólo mi otro lado del espejo, eres vanidosa, arrogante y fría con sutil tintes enmascarados de perfección que despistan a los demás. En realidad tú y yo éramos un mismo elemento que jugaba con disfraces sexuados. Aquí es cuando recuerdo cuando tú y yo nos vimos aquel día nublado y lluvioso, ambos bajando de nuestros respectivos autos, con nuestras respectivas parejas y nuestras respectivas indiferencias y movimientos coordinados intentando esconder los nervios junto con las miradas, todo al compás del tiempo y en acciones idénticas. Mas la última acción que hiciste la última vez que te vi fue con otra finalidad, o al menos así me pareció, porque comanzó a jalar otra parte de mí.
4- Principio de Continuidad - Los detalles que mantienen un patrón o dirección tienden a agruparse juntos, como parte de un modelo. Es decir, percibir elementos continuos aunque estén interrumpidos entre sí
Todo aquello que hacíamos, todas nuestras acciones desafiantes y traicionaras no eran más que parte de una confabulación inherente a nosotros mismos y a nuestra relación destructiva y secuencial, tú y yo sólo continuábamos la construcción de ese elemento destructivo y cada vez que jurábamos no volvernos a ver y dejarnos para siempre sólo continuábamos la estructura periódica que inconscientemente formulamos desde conocernos, desde nuestra primera vez. Tal y como siempre suele ser, para lo planeado en nuestras mentes, todo a la perfección, desde el “inesperado” encuentro en la calle o cena solitaria en el mismo restaurante o el paseo reflexivo por el parque, todo con el mismo fin satisfactorio, para concluir sin sentimientos ni deseos de vernos, mientras instintivamente es todo lo contrario, y siempre caemos en el mismo circulo que nos ha atado hasta el día de hoy. Sin embargo comenzamos sin querer a dar continuidad a las acciones más allá de lo deseado, para pasar, de igual manera a lo que se dio sin buscar.
5- Principio de dirección común - Implica que los elementos que parecen construir un patrón o un flujo en la misma dirección se perciben como una figura.
Nos conducíamos siempre al mismo lugar mental y existencial, teníamos como destino en común el siempre insuficiente engaño aventurero. Nuestros besos, abrazos, pláticas, sonrisas, ideas y miradas siempre apuntan a la misma dirección, al mismo infierno placentero que nos esforzamos en visitar, donde ambos gozábamos del calor ardiente de sus llamas. Porque los dos siempre coincidíamos en el mismo punto, siempre teníamos la misma trayectoria convenida por goce de hacer de la vida algo menos valioso de lo que es, con el gusto de dar un toque amargo al postre sólo para cambiar el sabor y sin ninguna excusa más. Pero la última dirección a la cual quisiste arribar no fue la misma que siempre habíamos acordado, ahora quería llegar un poco más al fondo de todo lo que pasó.
6- Principio de simplicidad - Asienta que el individuo organiza sus campos preceptúales con rasgos simples y regulares y tiende a formas buenas.
Las cosas siempre fueron lo más fáciles posibles, lo más escuetas y sencillas posibles, los sentimientos sólo harían des esto algo complejo y llevaría más tiempo lograr comprender nuestra situación. Era benéfico para los dos, de hecho para los cuatro que todo permaneciera como se originó, sin cambios, intacto, como una pared blanca y lisa donde sólo nos posábamos para compartir momentos denigrantes pero disfrutados a fondo. Simple y llanamente tú y yo éramos amantes, un juego en común, simples máquinas, depósitos y expendios permanentes de amor ficticio. Pero algo de todo este sistema tan simple de dar y recibir comenzó a tornarse un poco complejo y comenzó a dejar de trabajar como se esperó. Dejaste de ser la figura simple y comenzaste a ser simplemente algo más.
7- Principio de la relación entre figura y fondo - Afirma que cualquier campo perceptual puede dividirse en figura contra un fondo. La figura se distingue del fondo por características como: tamaño, forma, color, posición, etc.
A veces cuando tú y yo protagonizábamos las escenas propias, y vivíamos en nuestros mundos, sin importar lo demás, en realidad creábamos mundos ajenos a nosotros, con telones rojos y nosotros dos al frente, dando fin a todo lo que nos rodeaba, eliminando todo lo que podría importarnos pero no era así, cada uno comenzó a protagonizar en el foro del otro, comenzamos a ser partícipes en común, tanto que comenzamos a robar el escenario mental y dejamos atrás las vidas propias.
8- Principio del Cierre - Nuestra mente añade los elementos faltantes para completar una figura. Existe una tendencia innata a concluir las formas y los objetos que no percibimos completos.
Todo debía terminar de la manera más lógica, lo estuve pensando por horas, sólo encontré una manera realmente razonable para terminar esto y no volver a comenzar, una manera de que esto finalizara de una manera diferente a las anteriores, una forma de romper el circuito, es por eso que te cité hoy en el lugar de siempre. Esto debe terminar como nunca percibimos, de manera que nunca terminamos nuestros días comunes.
Ya faltan sólo quince minutos para que comience el último de los encuentros, para que nos saludemos de beso apasionadamente mustio y nos subamos en el carro negro que suelo manejar, para que arranque y te de la sorpresa de un viaje por carretera, para que salgamos lo más rápido de esta ciudad que no hace más que ser repetitiva de la manera más lógica existente, esa ciudad que sabe todo sobre nosotros y nos manipula a su entera libertad. Hoy después de salir, después de pasar la carretera pisaré el acelerador a fondo, des esa menara dejarnos atrás el pasado que nos persigue, todo será tan veloz, tan fugaz y maravilloso que no prestaremos atención al momento en el que el carro se estampe contra la barra de protección a más de ciento ochenta kilómetros por hora y viajemos por los aires para aterrizar en el infierno que contruimos con esmero.